Luego de la cuarta explosión el polvo lo cubrió todo. Los pocos sobrevivientes que lograron huir vagan aun sin rumbo en el yermo y los abandonados dentro de la zona de cuarentena se los dejo morir, y los últimos en caer se volvieron salvajes primitivos que se alimentaban de perros, ratas y por último del prójimo.
El canibalismo fue salvación.
No hay Ley.
No hay Dios.
No hay esperanza.
Las piras funerarias se languidecieron.La luz se extinguió.
Solo los más fuertes logran mantenerse en pie y reunirse una vez al año en el CRIMINAL METAL CAMP
