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miércoles, marzo 07, 2018

Mary Jane - El espectáculo de la miseria (1996)



01 - Infiltrados
02 - Quemando la ley
03 - Asediado
04 - Juego mortal
05 - Atrapado sin salida
06 - Traicionado
07 - Nacido para perder
08 - Bienvenido a la realidad
09 - Herencia maldita
10 - Detras de la mascara
11 - Atrapado sin salida
12 - Juego mortal
13 - Solo en el mundo
14 - Salvacion



Larga vida al heavy metal santiagueño. La historia de Mary Jane
24 septiembre, 2017

Por Alejandra Cáceres Márquez

Escrito extraído de http://subidadelinea.com, solamente disponible en caché

A principios de la década de 1990, las políticas neoliberales empezaban a dejar sus huellas en la sociedad argentina, no solo a nivel económico sino también afectando la estructura social y, a su vez, repercutiendo en las prácticas artísticas, incluido el rock. La apertura de las importaciones favoreció el acceso a instrumentos y equipos propios del género que, aun siendo costosos, podían pagarse en cuotas. Esto posibilitó el surgimiento de numerosas bandas en todas las ciudades de nuestro país y Santiago del Estero no fue la excepción.

En 1991, un grupo de jóvenes casi de la misma edad que estaban terminando la escuela secundaria y que se habían conocido en 1988 en un recital, deciden formar una banda de rock que los represente porque, en aquel momento, las bandas que existían en la escena local no permanecían vigentes por mucho tiempo, entonces había un vacío de bandas santiagueñas a seguir. Martín López en guitarra y voz, Roberto Maidana en bajo-coros, y Gustavo Moyano en batería forman un power trío: Mary Jane. El nombre femenino en inglés con el que bautizaron a la banda, un juego de palabras cuya traducción sería “María Juana”, de la que deriva “marihuana”, según cuenta la anécdota, fue sugerido por Gustavo en uno de los primeros ensayos al descubrir el título de una de las canciones del disco que Megadeth editó ese año.

El rock como género musical admite una variedad de estilos, es decir, distintas variaciones de sonido y contenido que otorgan características propias a cada forma particular de rock. Uno de ellos es el heavy metal o rock pesado, nacido entre mediados de 1960 y principios de 1970 en Inglaterra y EEUU, que tiene la adhesión de jóvenes pertenecientes a la clase trabajadora de los suburbios de las ciudades. Mary Jane se ubica dentro de este estilo caracterizado por un sonido con guitarras fuertes y distorsionadas, un bajo con una gama de sonidos bajos, una batería cuyo sonido requiere de una velocidad considerable por parte de su ejecutante y voces, generalmente, agudas. Adoptó el carácter contestatario y crítico de la realidad social de las bandas que son sus influencias, en especial de Metallica, banda norteamericana de trash metal,  y de V8 y Almafuerte, bandas de Ricardo Iorio.

De ese estilo e influencias musicales surge el mensaje que se quiere expresar a través de las canciones que integran un repertorio de propia autoría. En sus letras manifiestan lo que sucede en el entorno de los músicos. Las problemáticas sociales están presentes en las temáticas, aunque con el tiempo fue cambiando la forma de expresarlo, pasando del relato a la observación. En la primera época de la banda eran narraciones y recién a fines de 1999 o 2000 empieza a cambiar el modo de decir. En ese tiempo la mayoría de los miembros de la banda cumplía treinta años y creían que era momento de expresar más las cuestiones internas. Entonces, todo se vuelve más visual, se habla de lo que se observa, se da una visión personal de lo que se ve alrededor sin tratar de hacer un análisis fundamentado en libros o estudios sino de buscar las razones o el porqué de los sucesos que ocurren en la realidad social. Temas como el gatillo fácil, las consecuencias de la crisis económica, el olvido a los héroes de Malvinas, entre otras cuestiones, se escurren entre el ruido y la distorsión del heavy metal bien definido de la banda.

El rock exige ciertas condiciones con relación a la puesta en escena, ya que los instrumentos que usan los músicos requieren amplificadores y consolas que otorgan nitidez y claridad al sonido. En el rock se privilegia claramente una performance en tiempo real, valorizándose la autenticidad que implica tocar en vivo su propia música demostrando su talento. Esto supone ser capaces de brindar un show de calidad en sonido con instrumentos y equipos adecuados y tener una actitud en el escenario que depende, en gran parte, del tiempo dedicado al ensayo. En los primeros años, los domingos estaban dedicados a ensayar, empezaban a las seis de la tarde y terminaban a las diez de la noche. Esas cuatro horas les aseguraba brindar un buen show en vivo y marcaba la diferencia con otras bandas del momento. El objetivo siempre ha sido “sonar bien profesional”, pues la banda toca con volumen y la idea es “hacerle volar la peluca” a quienes asisten al concierto, hacer que se sientan fascinados por la fuerza del “ruido”.

A medida que transcurría el tiempo, fueron buscando espacios para crecer, alcanzar mayor popularidad y tener más facilidades para realizar shows. La participación en distintos festivales y eventos del NOA ha tenido gran repercusión, dándoles la posibilidad de tocar con algunas de las bandas de heavy metal más importantes del país, tales como Hermética en 1993, Almafuerte y  otras como Ataque 77. Ser teloneros de estas bandas ha sido un paso importante en la trayectoria de Mary Jane porque le otorgó reconocimiento a su actividad artística. En esa búsqueda también se han planteado la posibilidad de irse de Santiago del Estero, considerando que la idea de éxito está asociada a un lugar en particular: Buenos Aires. La oportunidad se presentó entre 1996 y 1998, en un momento musical ideal de la banda, pero no se dieron las condiciones personales y económicas que lo permitieran, entonces se perdió la oportunidad.

Además, Buenos Aires se visualizaba como un lugar inseguro y esto también tuvo peso al momento de tomar la decisión de quedarse en Santiago. También recibieron una propuesta para editar en Chile, pero, por distintas razones, finalmente no se concretó; luego aparece la posibilidad de participar en un compilado en 1999/2000 para Iguana Records de la mano de Zeta Bossio, pero por la crisis económica que afectó nuestro país a fines de la década de 1990, tampoco se realizó.

La banda atravesó un período sin realizar presentaciones, entre 2007 y 2009, porque no se daban los tiempos para ensayar. Se trató de un momento de extravío entre ellos, producto de malas situaciones personales que se sumaron a las limitaciones del campo local en relación a los lugares para tocar. Pero esa latencia, en algún punto, ha sido necesaria porque aun así la banda ha seguido, es decir, ha sido una prueba pasajera que han podido superar.

Con el paso del tiempo se produjeron modificaciones relacionadas estrictamente a la constitución de la banda. Experimentaron el cambio de baterista en varias oportunidades, también se incorporó una segunda guitarra que permitió darle una alternativa más a la armonía del grupo, al ser un cuarteto se podían generar matices sonoros con las guitarras, ganando en profesionalidad.  En 2016, celebraron veinticinco años de vida siendo otra vez un trío formado por sus miembros fundadores, característica que los distingue de otras bandas locales.

En veinticinco años la vida cambia, cabe recordar que la banda se formó cuando sus integrantes eran jóvenes veinteañeros, solteros y sin responsabilidades. Con el correr de los años formaron sus familias, se estabilizaron en sus trabajos o profesiones, produciéndose modificaciones con relación al tiempo dedicado a la banda y el espacio que ella ocupa en sus vidas. En algunos ensayos se ve a los hijos de los músicos jugando entre instrumentos y equipos porque, cuando no pueden quedarse en casa, acompañan a los padres a ensayar. Ya no hay tanta libertad ni tanto tiempo para hacerlo, pero siempre encuentran la forma de prepararse para los shows.

Mary Jane tiene un nombre que es emblemático en el campo del rock santiagueño, gozan del reconocimiento del público que también ha variado a lo largo del tiempo. En los ‘90 eran todos contemporáneos, una década más tarde los seguidores de la banda eran de la edad de los músicos e incluso mayores, hoy a los recitales van chicos que podrían ser sus hijos, dicen exagerando. Además, en los primeros años, el público era más propenso a escuchar una banda que tocaba temas propios, se daba la oportunidad de descubrir bandas nuevas y seguirlas.

Permanecer vigente durante tanto tiempo para Mary Jane no es un mérito menor porque ha implicado esfuerzo, dedicación y perseverancia. Quizás el logro más importante es la edición de sus discos, que es la producción cultural destinada al mercado. Alcanzar esta meta no ha sido sencillo, porque las distintas etapas del proceso de grabación dependen de condicionantes, entre ellos el capital económico juega un papel fundamental, a partir de los cuales se puede acceder a tecnología de punta, equipos y pagar el trabajo de profesionales que intervienen en el proceso.

El primer disco, “El espectáculo de la miseria”, fue grabado en 1996, en las condiciones que tenían a su alcance en aquel momento. Está integrado por canciones con contenido social, es decir, que expresan una crítica al mundo social y lo que en él acontece; es diverso porque tiene arreglos de piano y percusión.  Esa fue la mejor época de la banda. Entre 1996 y 1998 llegaron a tocar en un recital ante un máximo de cuatrocientas personas, todo un record para una banda de rock local. El segundo disco, “Realidad violenta o brutal”, se empezó a grabar en 2001, pero, por razones económicas, recién se editó dos años después, en 2003. Tiene un tono más personal que el primer disco pero la diferencia está en la agresividad del sonido, es más agresivo y básico.

Este año reeditaron el primer disco con una nueva mezcla realizada en Buenos Aires. Incluye diez canciones y un bonus track. Además, la banda ganó un concurso organizado por el Instituto Nacional de la Música (INaMu) para financiar la fabricación de un nuevo disco con  canciones inéditas,  la grabación, la producción y la edición corren por cuenta de la banda y están ajustando detalles del diseño gráfico para sacarlo a la venta. Después de veinticinco años Mary Jane tendrá un disco legal. El metal lo agradece. Bien merecido lo tienen.