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12/4/14

El satario (1907)



Película - El Satario (1907)







Hernán Panessi, periodista, investigador y escritor de la PORNOPEDIA, la enciclopedia del porno argentino, escribió sobre este hallazgo:

Hace años que quiero dar con El Sátiro, la piedra fundacional del cine porno mundial. ¿Su fecha de origen? Entre 1907 y 1912. Supe que allí había un fauno y algunas ninfas teniendo sexo al aire libre, a la vera de un río. Supe, también, del rumor que zumbaba a propósito de un coleccionista europeo que tenía una copia. Y que, en teoría, nunca quiso democratizar. 

Investigando, di con muchos testimonios de época que decían haberlo visto. Y la reconstrucción de la historia apunta con mil cañones a nuestro país. Sí, El Sátiro sería argentino. En el sitio Silent Era –portal que contiene información a propósito de la historia del cine silente- hay una imagen del supuesto cortometraje. Se ve, en efecto, al fauno. 

Por su parte, el sello norteamericano Something Weird Video, tal vez el más incisivo en esto de conseguir rarezas, encontró hace tiempo una supuesta copia de El Sátiro que incluyó en The History of Pornography, un compilado VHS con porno de época. 



Cristian Sema dio con esa copia y todo parece indicar que estamos ante una pieza fundamental del cine: nada más ni nada menos que el origen del porno mundial.


“EL SATARIO”: EL MITO

En 1908 se filmó en Francia A L’Ecu d’Or ou la Bonne Auberge, traducida como El buen albergue, protagonizada por un soldado que llega hambriento y cansado a una posada y que termina sacándose el hambre con la bella mucama que lo atiende. De esta película se tiene registro y puede precisarse su fecha exacta. Por eso varios historiadores y expertos dicen que, oficialmente, muchas veces éste es considerado el film porno más antiguo que existe en la actualidad. Pero, ¿qué pasa extraoficialmente? 

Los mismos expertos sostienen que existiría una película anterior a la francesa, llamada enigmáticamente El Satario (también conocida como El Sartorio), que sería una mala traducción de “El sátiro” y habría sido filmada en algún lugar de la ribera de Quilmes o la ribera paranaense en Rosario, circa 1907. Por nombrar sólo algunos de los expertos que abonan esta teoría casi mítica: Joseph Slade, Paco Gisbert, Linda Williams, Patricia Davis, Ariel Testori, Luke Ford y Dave Thompson. 

¿Por qué entonces si tantos expertos están de acuerdo con su existencia hablamos de mito? Porque, más allá de las investigaciones, no habría copias disponibles de la película que sustenten la hipótesis. ¿Acaso ninguna copia? No. Todos los que saben del tema afirman que un coleccionista anónimo e inaccesible, que a veces aparece como español y otras como canadiense, tendría una en su poder. 

Y que podría haber otras por ahí. ¿Y de qué va la película? Seis ninfas juegan desnudas en un río. Desde los matorrales, una especie de demonio con cuernos y barba se excita espiándolas. El sátiro sale de su escondite y las corre, pero sólo llega a capturar a una de ellas. Después de la leve resistencia de la ninfa, ella y él tienen sexo demoníacamente divertido en varias posturas, hasta que terminan en un 69 perfecto. El sátiro se escapa cuando aparecen las otras ninfas a rescatar a su amiga.


Pero, ¿por qué vendrían los europeos a filmar a Buenos Aires? Cuando la censura en Francia se puso más severa hacia 1905, dice el especialista español Paco Gisbert, muchas de las producciones pornográficas empezaron a trasladarse a tierras alejadas del viejo mundo, como México. 

Y como la Argentina, que, según Gisbert, fue uno de los primeros centros de producción de películas pornográficas, allá por 1904 o incluso antes. “En un artículo aparecido en la edición norteamericana de Playboy sobre los orígenes del cine clandestino –señala el español–, Arthur Knight y Hollis Alpert explican que las películas con una completa y explícita actividad sexual eran enviadas por barco desde la Argentina a compradores privados, la mayoría en Francia e Inglaterra, pero también en sitios tan lejanos como Rusia y los Balcanes. 

De hecho, el escritor Louis Sheaffer cuenta en O’Neill: Son and Playwright, la biografía de Eugene O’Neill, que el dramaturgo viajó a Buenos Aires en aquella década y que frecuentaba, con bastante asiduidad, las salas de proyección de cine pornográfico en Barracas.” Otro detalle a tener en cuenta es que las mujeres argentinas no sólo podían pasar bastante fácilmente por europeas, como señala Ariel Testori, sino que además cobraban como argentinas. Negocio redondo. 

¿Y por qué las fechas sobre su producción están en disputa? Joseph Slade, director de Estudios y Artes Audiovisuales de la Universidad de Ohio y uno de los que cree que la película podría haber sido filmada un poco más tarde que 1907, explica que debido a la calidad de su producción algunos historiadores intuyen que la fecha se acerca más a los años ‘20. 

“Algunos que opinan que fue producida en México han llegado incluso a atribuírsela a Sergei Eisenstein –explica Slade–, y hay una leyenda persistente que sostiene que El Satario fue filmada, probablemente, como una parodia al Atardecer del fauno, el ballet que escandalizó a la audiencia parisina en su première en el Theâtre du Chatelet, en mayo de 1912. Ese mismo año, el ballet hizo una gira por Sudamérica, y se cree que el film podría haber sido producto de aquel evento.”

 Si fuera así, El Satario podría haber sido filmada en Rosario o Buenos Aires en 1912. “Aunque –continúa Slade– el periodista y escritor alemán Kurt Tucholsky relata que llegó a ver, en Berlín y en los primeros años del siglo XX, una película cuya descripción se asemeja notoriamente a El Satario, junto con otras que, se sabía, habían sido filmadas en Rosario.”