Teatro Grand guignol (1897)
Grand Guignol fue un estilo de teatro provocador fundado en París en 1897 por el autor y director Oscar Métenier. Sus elementos típicos eran la caracterización de los actores con las extremidades cercenadas y los ojos arrancados, los estrangulamientos, y unos argumentos que trataban de esposas y maridos infieles que perpetraban venganzas espantosas.
O sea, una especie de precedente teatral de lo que en cine es el gore, representado con entusiasmo y exageración. Mademoiselle Fifi, de Guy de Maupassant, fue la primera obra puesta en escena por el Grand Guignol parisino, que editó una revista con ese nombre hasta su cierre en 1962.
En 1897, Oscar Metenier fundó el denominado Teatro del Grand Guignol, en la Rue Chapetal de París, convirtiendo un antiguo convento del siglo XVIII en el macabro teatro en el que, siguiendo de manera retorcida y extrema el naturalismo de Emil Zola y doctrinas como Teatro Libre, de André Antoine, se representaban hasta ocho cortas escenas llenas de visceralidad, violencia y sadismo extremo.
Se buscó en palabras de su creador “sacudir los corazones”, los corazones de quienes allí acudían: nobles, caballeros adinerados, damas de desahogada posición social, que cada noche se congregaban allí, como en cualquier otro ritual, buscando emociones que les separasen de su vida cotidiana, entendiendo las escenas enfermizas que en muchas ocasiones en aquel teatro tenían lugar como la única forma de llegar hasta ellas y sintiéndose realizados si la nausea y el vómito tenían lugar.
Las violaciones, mutilaciones, asesinatos, prostitución, enfermedad, ritos satánicos, sexualidad descarnada, cualquier forma imaginable de degradación moral en defitiniva se daban cita en un teatro hiperrealista, enfermizo y hemoglobínico que, sin embargo, no alcanzaría sus más altas cotas hasta 1898, momento en el que el teatro Grand Guignol pasó a manos de Max Maurey, quien redujo a cuatro o cinco los actos representados al tiempo que incrementaba el nivel de efectismo y de morbosidad en estas representaciones, mientras los espectadores aguantaban el impacto de lo que veían para poder saciar su morbidez, su ansía de emociones extraordinarias, quizás como una catarsis, quizás como forma de dar rienda suelta a sus más obscuras fantasías…
El teatro del Grand Guignol cerró sus puertas en 1962, después de haber perdido su significado, arrastrado tal vez por una realidad que ya había superado lo que se representaba en sus tablas, no sin antes haber sido la inspiración de movimientos teatrales como el Teatro Pánico, creado por Jodorowski, Arrabal y Topor (algunos meten aquí también a Copi, no me preguntéis por qué), a Dalí, Buñuel, recordar, por ejemplo la escena más controvertida, quizás de Un perro andaluz en la que una navaja de afeitar recorre un ojo, el gore en el cine de terror etc.