La masacre de Tandil (1872)
En 1972, medio centenar de gauchos masacraron a unas 36 personas en Tandil. Eran adherentes a un curandero mesiánico llamado Gerónimo G. Solané, apodado Tata Dios, quien sostenía un violento discurso contra los extranjeros asentados en los alrededores del pueblo, y además se decía portador del mensaje divino.
El aparente profeta se había establecido en los campos de una estancia, donde en medio de su discurso xenófobo consiguió adherentes y armas, donde al poco tiempo Jacinto Pérez, quien habría sido capataz en la zona, encabezó una partido para llevar a cabo la masacre de extranjeros. Todo eso parece indicar la ayuda de estancieros locales.
El autodenominado profeta había pasado por las localidades de Santa Fe, Rosario y otras localidades ganándose la vida como curandero y predicador. Aseguraba ser un "enviado de Dios". Fue expulsado de varios poblados y estuvo preso por practicar la brujería y medicina ilegal.
Solané fue llevado a Tandil por el estanciero Ramón Rufo Gómez, para curar a su esposa, quien padecía de dolores de cabeza. Agradecido por la ayuda, Gómez le permitió se asentarse en el puesto La Rufina de su estancia La Argentina, cerca del pueblo.
Allí el mesiánico comenzó a hablarle a los gauchos locales sobre el peligro de la presencia de extranjeros en el país.
Tras la masacre, apenas unos diez de los cincuenta asesinos fueron capturados con vida, unos doce murieron en enfrentamientos con policías y pobladores comisionados para perseguirlos.
Solané al parecer no participó de los hechos, pero igualmente se lo apresó y a los pocos días fue asesinado en prisión.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario