Los Guerreros del Mañana fue una línea de juguetes argentinos aparecido en la segunda mitad de los 80. Era como todo lo argentino: feo, choto y malo ¿O acaso hermética y V8 son lindos?. Un mezclete colorido de figuras de acción de plástico inflado con pintura que se metía en los labios: guerreros, mutantes, bestias y vehículos, todo a mucho más barato que He Man, Thundercats, de los cuales afanaba mucho, y Guerra de las Galaxias, que en Corrientes ni se conseguía. ¡Hasta tuvo su versión femenina!
Se rompían fácilmente, generalmente por desprendimiento de la unión de los plásticos, a veces te vendían alguno que le faltaba algún accesorio, como un casco o arma, y cuanto más grandes eran los monstruos o naves, más se notaba lo burdo del diseño que, hay que admitirlo no era muy bueno pero se hacía lo que podía había mucho esfuerzo en un país que tradicionalmente no apoyaba (más bien fundía a la industria nacional.
Los muñecos tenían nombres chotos como Warriori o Carcanet, incluso un Andros Kan, un símil guerrero vikingo maestro de judo (!), karate (!) y lucha greco romana (!!!)